14 de abril de 2006

Una Mesa Redonda de Distopías

Tomás Moro, me acabo de enterar, fue quien a partir del escribir sobre una sociedad en la cual los bienes eran de propiedad común, La República de Utopía acuño este último término.

Hay dos grandes distopías (lo contrario a utopía): 1984 de George Orwell y Un Mundo Feliz de Aldous Huxley. Su grandeza se basa en que la composición de las mismas es antagónica. La versión de Orwell es fundamentalmente diferente a la versión de Huxley.

Hoy me desperté temprano y no pude volver a dormir. Entonces a las 5 y 30 de la mañana entro en el VHS Fahrenheit 451 de Truffaut. Impresionante. Ni a favor ni en contra jugo la parte que involucraba los más de 40 años de distancia entre su filmación y el presente.

Entonces decidí que poseía ya tres distopías en mi haber. Luego me di cuenta que lo escrito por Bradbury puede perfectamente darse en Un Mundo Feliz. Sigue la dualidad. No termina más.

13 de abril de 2006

El mañana nunca muere

Para quienes temprano nos sentamos en la computadora con fines laborales es reconfortante ingresar al mismo por medio de una pequeña actualización de noticias.
Más aún si el mismo es necesario. Más aún si es Jueves de Semana Santa.

Actualmente comparto La Diaria con El Espectador en vivo mediante internet. Uso el Real Player bajado de la Mula para evitar pagarlo y hasta puedo mediante una WebCam que ofrece la página del espectador ver lo que pasa en estudio. Tengo miedo. ¿Cuánto falta para el SOMA?

8 de abril de 2006

RUBEN GENIOL SILVER


Hace ya algunos años el Uruguay se vio sorprendido por un radical cambio en el estilo musical que Ruben Rada comenzó a ofrecer luego de que la crítica unánimemente coincidiera que sus discos Montevideo eran de lo mejor de su carrera.

Una vez que ambos discos fallaron rotundamente en las ventas Rada comenzó una nueva metamorfosis. Entendamos, como ya lo referí brevemente en las últimas líneas, que este no es el primer cambio de Rada en su vida, de hecho durante un tiempo no poseía ni barba ni bigote. Pero este último cambio era radical, no solo hablaba de su imagen sino de lo que vendría a ser la música que se desprendería de la misma.

La última encarnación de rada se puede observar más arriba y convengamos que es con la que nuestra generación ha co-existido durante la mayor parte del tiempo en que hemos caminado por este mundo. Por ende es la imagen corporativa de su empresa: la que poseemos de el.

En ese momento Rada le respondió a todo el mundo “Qué de su antigua manera no podía traer la comida que su cuantiosa familia precisaba” sin tomar en cuenta a la cantidad de Radecitos no conocidos. Esto es una realidad. Este país no da para mucho y menos en lo artístico, que un tipo como Ruben Rada deba a salir a venderse de esta manera es lamentable.

Ahora me remito a una anécdota de esas muy extrañas que poco he contado. Hace uno o dos años me encontraba en la Pedrera junto a algunos músicos y sus novias. Una de ellas fue capturada por una fiebre bastante peligrosa, 40 grados. Estábamos en La Pedrera y era de noche así que en mí coche corrí hasta La Paloma que era donde se encontraba la farmacia más cercana. Una vez que la encontramos, entre a la Farmacia y para mí sorpresa se encontraba en ella el mismísimo Rada. El shock duro una milésima de segundo cuando entonces pase a darme cuenta de que Rada era una cartulina tamaño real con sus ya afamados, no se como llamarlos, ¿pinchos tal vez? La función de la cartulina expuesta en un lugar de honor de este ambiente tenía como fin el publicitar la marca PARAGENIOL, caja que mostraba orgullosamente en su mano derecha. El Geniol de su titulo enseguida me remitió al afamado producto Geniol que tantas cabezas salvó durante las primeras décadas del siglo pasado.

Entonces tuve una epifanía, genere la conexión que había determinado esta estrategia de marketing: los pinchos de Rada eran ni más ni menos que los tornillos y demás de la afamada caricatura del antiguo Geniol que por suerte fue salvada por el tiempo; creación está de un sin lugar a dudas inspirado publicista francés que se debe estar revolcando en la tumba.

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Ahora Rada cambio devuelta, o sea, de hecho no cambió, el es un cambio constante desde que tomo la decisión de que el ganar plata se había convertido en su prioridad número uno en su vida pública.

Ahora Rada es Richie Silver. El camaleon no solo se dejó fotografiar para la tapa de su disco, sino que tal cual lo hizo en su pasado pasea por las ciudades de Montevideo y Buenos Aires con su nuevo look.



El negro Rada no para de sorprendernos. Hasta superhéroe fue en su época para niños cuando poseía viñetas en la sección de humor de un diario y realizaba teatro para niños. Se trataba de Rubenrá, mitad oso mitad ser humano, héroe que poseía el don de tirarse gases. Con ellos volaba y con ellos salvaba al mundo.

Bueno veremos que nos depara el futuro, y mientras tanto:

¡Long Live Ruben Rada!

Siempre listo para ser tema de burlas y risas.

Pobre.

Agradecimientos: JZ, Colección de Fotos Históricas diario EL PAÍS, FR y particularmente a JJ y a JMH.

Editor Responsable