No le di mucha importancia ya que cabía la posibilidad de que fuese un efecto colateral y pasajero del cóctel que me brinda mi druida Panoramix. Algo pasajero. Además tenía mi cabeza en un montón de otras cosas y decidí continuar.
Una semana después la cosa se agravo. El músculo posterior que corre de mi rodilla derecha a mi tobillo izquierdo, el tibial, dejo de funcionar. Entonces la cosa se puso rara.

Desde entonces ya son siete las veces que me he caído en diferentes lugares. En las escaleras del CASMU, dentro de mi lugar de trabajo, afuera de mi lugar de trabajo, en la universidad, en otra empresa, en mi oficina y en mi casa.
Me siento viejo y no tengo más que 28 años. Todavía no estaba decidido a experimentar la urgencia del CASMU. Hoy cuando me caí en la empresa y tuve que explicar con vergüenza la razón de la misma me dijo un sabio “Cuidado que si seguís así te podes quebrar.”
Con cuan pocas palabras uno puede caer en una realidad tan absoluta que uno no entiende como antes no lo pensó.
Hoy voy al Casmu.