ROCKY VI

ROCKY BALBOA
a.k.a. Rocky VI
Dirección y Guión, Sly
EEUU, MCMVI

TV (**)

Primero de todo quiero aclarar de una vez por todas qué significa la sigla a.k.a. Lo digo con tanta pomposidad porque me tomo mi tiempo enterarme que significa a.lso k.nown a.s. Que en español sería t.ambién c.onocido c.omo. Se utiliza para enumerar los alias con los que una persona, película, libro, lugar, evento, es conocido también. Lo que no esta entrecomillado lo obtuve de wikipedia.

Ahora puedo continuar. Además, ya se escucha cerca la campana del ring.

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Cuando Rocky llego a los teatros en 1976, EEUU se enloqueció un poquito. Era el año del Bicentenario de la creación del país más belicoso del mundo y acababan de perder su primera guerra mundial. Y Rocky también pierde su pelea, pero en verdad gana: Desde toda la nación se repetían los informes de que el público de la sala vitoreaba parado a Rocky durante la pelea final. En unos meses llegaron los Oscars, y Stallone no se llevó uno ni por escribir ni por actuar, pero le paso algo mejor, se convirtió en la tercera persona en la historia en ser nominado el mismo año en ambas categorías. Sus ilustres antecesores, Charles Chaplin y Orson Welles. Entonces claro que toda la prensa le iba a dar vida a Stallone, por algo de él se llego a escribir que sería el sucesor de Marlon Brando. Luego Rocky fue Cobra fue Rambo, en 2, 3 y hasta 4 oportunidades. Ya los periodistas no lo comparaban con nadie.

Stallone tuvo un pico en la segunda parte de su carrera cuando aquel semi tonto Rocky IV terminó siendo aplaudido por los rusos en Moscú, luego de la pelea más desigual de toda la historia, y envuelto en un discurso pacifista-patriótico patético. Luego llegó el declive y con este las fallidas OSCAR y PARA O MI MAMÁ DIPARA. Un horrible intento por emular a Schwarzenegger.

Hace diez años con dos amigos discutíamos quien era mejor, Arnold o Sly. Uno es una máquina de matar, el otro es una máquina de recibir golpes. Y además, por si fuera poco, uno es Gobernator. Punto, acepto la derrota.

Soy de las pocas personas a las que le gustó Rocky V. Me pareció tenía, y ahora más que nunca tiene, un dignísimo final para la serie. Un héroe en la bancarrota, que debe retirarse del deporte que ama debido al peligro de caer muerto sobre el ring, cosa que esta película olvida totalmente, tiene una última pelea, en la calle.

Y en el casi final de su carrera, Stallone se despacha con una genialidad: hacer otra última parte para su personaje favorito.

Y el 25 de diciembre, día del estreno, sonó la campana y todos los periodistas corrieron a sus redacciones para hablar bien del actor de COPLAND una vez más.

Luego de verla - esta película sobre una saga de películas - estoy muy seguro que las reacciones fueron desmedidas.

Rocky ahora esta con poca plata, manejando un modesto restaurant y dedicando su tiempo a contar anécdotas gastadas. Como Stallone, vive del pasado, hasta el punto que se rodea de dos amigos de la vieja vieja Rocky, Spider Rico, su primer oponente (todavía puedo oler el sudor de esa iglesia, todavía puedo ver su vitró) y la adolescente que acompaña a la casa luego de encontrarla muy tarde en la calle, es acá el interés romántico una vez sacada “Adriaaaan, Adriaaaaan” del lado, muerte mediante.

Rocky VI, como decía, es una película de películas, su trama esta armada dentro, y no alrededor, del universo creado por Stallone a lo largo de 30 años, es la excusa para ingresar a su museo. Rocky nos lleva a caminar por todos aquellos lugares que ya hemos visto, por sí nos olvidamos nos encaja los flashbacks para que nos emocionemos y de yapa, mucho cementerio.

Ni siquiera la marcha de Rocky de fondo me despierta ya la sangre. Y eso me molesta bastante, porque me siento timado.

¿Y la pelea? Juego de computadora pone a pelear a Rocky y al campeon actual (tipo Mike Tyson Punch Out, solo que en esta pelicula, Tyson esta sentado en primera fila viendo la pelea), en la pc gana Rocky, que cosa, y si le ofrecemos al ex-campeon una pelea de exhibición, total, parece que ya no tiene esa enfermedad irreversible en la cabeza.

En algún lugar me quedaban varios coros, pero en esta película no los pude sacar. Porque la pelea no es la más desigual de toda la historia, simplemente porque ni en el mundo de Rocky puede ocurrir, y todo es tan absurdo que ni habiendo sido atacada mi nostalgia desde el principio pude levantar la comisura derecha de mis labios en señal de aceptación. Un guión que descansa su potencial emotivo en sus predecesores, particularmente en uno que ya tiene más de cuarto de siglo de escrito, y en una pelea entre un sexagenario y un campeon mundial, no resiste ni un round.

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Y en el casi final de su carrera, Stallone se despacha con otra genialidad: hacer otra última parte para su otro personaje favorito, Johnny Rambo a.k.a. Rambo IV.